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Viajar sola, barreras y miedos para vivirlo

Viajar es una de las cosas que más me ha hecho crecer en la vida, me ha dado madurez, abrió mi mente, me dio fuerza y aprendí a ser autosuficiente. Esa es la magia de salir de tu zona de confort y que puede aplicarse a muchos cambios que suceden en la vida, en muchos ámbitos que te obligan a saltar al siguiente nivel. En mi caso, siempre los remezones fuertes y más significativos me los ha dado el subirme a un avión y partir.

 

Pero qué pasa cuando decides emprender una aventura sola? Ya sea de vacaciones o por tiempos más extendidos, tu entorno y tú misma se llenan de dudas e inseguridades, ¿Estás segura? ¿Por qué no esperas a que alguien pueda acompañarte? ¿y si te pasa algo? ¿y si te enfermas? Eso seguro más de alguna vez te pasó si pensaste en irte por ahí o si ya lo hiciste alguna vez. Mi abuela la primera vez que salí del país me dijo que me iban a comer los cocodrilos, nada más lejano a la realidad, viví la experiencia a concho y ha sido uno de los viajes más lindos de mi vida ( año 2012, intercambio en la Universidad de Sao Paulo, un semestre). Pero antes de partir tenía todas esas dudas encima, el miedo de mis papás, no saber enfrentarme a un idioma desconocido desde el momento de aterrizar, el miedo que sentí cuando tuve que salir a la calle por primera vez a enfrentarme quién sabe qué o quiénes, con un papel con una dirección en la mano con un dato de hostal de estudiantes que me había dado una amiga que ya había hecho este viaje.

Viajar sola

Aquí con mis amigos de intercambio en 2012, siendo devorados por los cocodrilos de mi abuela.

 

El desafío más grande al momento de querer viajar sola, realmente es superar esa primera barrera de inseguridad que nos generamos nosotras mismas y el entorno. Es normal que pase, no eres una cobarde ni mucho menos si nunca lo hiciste o te da miedo, vivimos lamentablemente en un mundo en el que la mujer sigue en desventaja, en la que te juzgan y en la que tienes que tener 100 ojos para autocuidarte, en tu barrio, en tu ciudad, a la vuelta de la esquina y por supuesto también cuando viajas, yo al menos vivo en estado de alerta cuando estoy en la calle o con personas que no conozco del todo. Por suerte, siempre mis historias viajeras tienen mucho más de dulce que de agraz, y eso es con lo que quiero que te quedes, no sabrás de todas esas cosas lindas que puedes vivir, si realmente no lo vives, y con esto no me refiero solamente al hecho de viajar solo, sino al atreverse, a tomar esa decisión que te tiene ahí pensando.

Viajar sola

En 2014 hice un intercambio social en Cartagena de Indias, vivíamos en una zona pesquera y ese día nos fuimos todos de paseo a Barú.

 

Todavía al momento de viajar me pasa eso del miedo, surgen las dudas, no porque lo hayas hecho antes significa que ya estas en ritmo, a mí al menos me pasa. Me genera mucha ansiedad un viaje, y sabía que al momento de partir con Bendita Maleta iba a vivir en un ciclo de ansiedad constante, porque no siempre alguien puede acompañarte, y claramente esto partió de un deseo mío que muchas veces no es el mismo del que tienes al lado. Aún no puedo decir que lo puedo manejar, pero hago bastantes cosas para que baje un poco y tenerla a raya, por ejemplo soy de ese tipo de viajera planificada, me armo mi hoja de rutas y todo lo necesario para partir, así al menos en mi cabeza sé que por ejemplo tengo que tomar tal calle para llegar a x punto, ya sé donde me alojaré y los barrios que recorreré y soy la fan n°1 de los reviews de barrios y videos de la ciudad para tener una visual antes de llegar, con eso llego mucho más calma y lista para enfrentarme a los lugares nuevos.

 

Viajar sola

Buenos Aires, 2019. Viajé 2 veces por el proyecto de Bendita Maleta, el segundo viaje lo hice sola y fue bacán.

 

Viajar sola

Buenos Aires, 2019. La parte que más me cuesta es sentarme en algún lugar y comer sola y poder tomar pero poquito jaja.

 

Al momento de cruzar ese río de miedos e inseguridades, haber tomado ese avión y llegar a ese lugar que tenías en tu cabeza te das cuenta que no es nada terrible, que haya sido cuál haya sido la razón por la que decidiste irte sola es sinónimo de escuchar esa voz que te decía todo el rato que lo hicieras, que lo vivieras y al menos yo, me siento fuerte cuando paso el río. Ese miedo infundado desaparece cuando te enfrentas a la realidad, cuando ves a la gente, cuando conversas con alguien, cuando son amables contigo, cuando te ayudan o cuando haces un nuevo amigo, cuando conoces un lugar al que querías ir, en ese momento dejas de estar sola porque empezaste ese trabajo contigo misma de enfrentarte a todo eso, con lo bueno, con lo malo y vivirlo realmente para sacarte todo lo que pensabas antes de subirte a ese avión. No viajas sola, viajas contigo, y de ahí en adelante solo es aprendizaje y llenar el corazón y la mente de experiencias para recordar.

 

No siempre un viaje va a ser color de rosa, puede pasar de todo y puedes cruzarte con experiencias negativas sin duda, gente mala onda, que te quieran robar, estafar etc, las desventajas son varias, pero como digo, puede pasarte en tu barrio, en tu país y en cualquier otra parte. Por ejemplo:

 

1.- Muchas veces te van a cuestionar/observar por el hecho de viajar sola: Incluso en países en los que es común el mochileo, ver mujeres solas. Por ejemplo una vez estábamos de viaje con dos amigas en Perú y los hombres del Hostal no creían que habíamos viajado solas y nos preguntaban si salimos con autorización de nuestros papás ( tenías todas +18). En mi último viaje a Buenos Aires me senté en un Irish Pub, pedí una hamburguesa y una cerveza y el administrador del bar y los meseros me miraron todo el tiempo, fue muy incómodo.

 

2.- Tienes que autocuidarte muchísimo: Claro, porque estás sola, nadie más va a cuidar de ti. Tener precaución sobretodo con los horarios es lo que hago yo, no estar hasta que anochece en la calle y si salgo en la noche lo hago solo si viajo con alguien más. Lo malo es que si andas sola en ese sentido puedes perderte algunas buenas experiencias-

 

3.- A veces sale un poco más caro: Nunca he hecho couchsourfing. He dormido en hoteles, hostales y departamentos y antes me animaba mucho a los dormitorios con muchas camas compartidas. Ahora que soy más grande (más vieja y mañosa) no me gusta tanto esa experiencia y prefiero tener un espacio propio, lo que obviamente encarece los costos si viajas solo sin compartir ese espacio, lo mismo con los traslados si tomas un taxi que podrías dividir una tarifa con alguien más.

 

Al final del día, siempre  fueron más poderosas las ventajas:

 

1.- Te conoces más: Viajar puede ser una instancia sumamente reflexiva. Muchas veces post viaje he tomado decisiones drásticas en mi vida porque los uso para pensar mucho, en lo que estoy haciendo, si estoy bien, mal, qué cosas debería solucionar y para dónde me gustaría seguir avanzando. También te das cuenta de cosas que no te gustan de ti, de tus miedos, aprehensiones y las cosas que te hacen feliz.

 

2.-Eres libre: No tienes que ponerte de acuerdo con nadie, ni dónde ir, ni qué comer, ni dividir tu tiempo en algo que quizás a ti no te interesa, el tiempo y las decisiones son 100% tuyas.

 

3.- Aprendes a resolver: Si en la vida diaria tenemos que resolver muchas situaciones complicadas, cuando viajas no es la excepción, puede pasar de todo, desde una cosa enana a algo más grande y ahí estás tú para tener que solucionarlo.

 

4.- Valoras: Enfrentarte a un paisaje nuevo, una experiencia distinta puede ser muy enriquecedor. ¿Te ha pasado que estar en un lugar te hace llorar de emoción? Es una de las sensaciones más lindas que he vivido. También la añoranza del hogar, la familia, imaginarte regresar a ese lugar nuevo que visitaste con una persona que quieres mucho. Yo siempre me he imaginado a mi mamá y mis tatas, espero cumplirlo alguna vez, con mi mamá ya hemos viajado juntas y ha sido la raja. 

 

5.-Creces: Todos los días aprenderás algo nuevo, una nueva palabra, conocerás una nueva persona, irás a un lugar nuevo, comerás algo diferente, costumbres diferentes, realidades diferentes, eso hace que tu espectro de conocimiento se amplíe, que evoluciones y que crezcas, que te vuelvas una persona más humilde y agradecida de lo que recibes, aquí no entran esas personas que viajan solo para alardear, esos no aprendieron nada y solo ganaron una estampilla en el pasaporte.

 

 Si piensas viajar sola y tienes dudas lo único que puedo decirte es que lo vivas, nadie te va a contar la historia mejor que tú misma.

 

 Un abrazo, Fran.

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